Los teléfonos celulares vienieron a transformar la vida de todos sus usuarios y se han vuelto indispensable para la mayoría de preofesionistas, artistas, empresarios, maestros, amas de casa y hasta niños de escuelas primarias.
Ahora, qué decir de las mujeres empresarias o mujeres con múltiples actividades que dejan del lado las relaciones amorosas y por tanto, su vida sexual y que son esclavas de su teléfono celular; ¿qué hay de ellas? Pues el 27 y 28 de Julio del año pasado, en la apertura de la Exposición Tesoros Adultos 2007, la primera dedicada a los juguetes sexuales en Tokio, Japón se presentó el gPod.
El gPod es un artefacto que puede conectarse al teléfono, equipos de música o a la televisión, entre otros. Es un juguete sexual que vibra a través de ondas de la voz. Su creador Ichiro Kameda, tardó cuatro años en su diseño.
Las tecnologías de la información no llegan sólo al ámbito de acercar a las personas y romper las barreras de las distancias, ahora lo excede, la vida sexual se fetichiza y no sólo eso sino que la vida en general se vuelve poco a poco más hedonista. Opciones para unos, absurdo para otros, pero al fin y al cabo placentero.
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